Esta noche quiero recoger todas la estrellas del cielo, pegarlas en una habitación e intentar hacerme feliz con ella, no es que sufra, es que es extraño estar sin ti. En realidad no puedo comprender que te marches, siempre has estado ahí como parte de mi, y ahora vivir sin ti es una de las lecciones más difícil que me queda por aprender.
La ausencia de un abrazo confortable y seguro provoca miedo, angustia. La soledad cuando siente que no deberías estar sola machaca, es un golpe bajo. El silencio con tantas palabra deambulando en la mente distorsiona el sentido exacto de todo lo demás. En pocas palabras, el espacio que dejas aquí no es muy fácil de reponer con todos los extensos recuerdos que hablan incesantemente de ti.
Es una pena que exista un final, que tengas que marcharte, que tengas que buscarte otros caminos, por que quizá estés harto de estar aquí, o tal vez por que estás confundido, o por que quizá, te he asfixiado, con mi extraña manera de ser. No se cuanto tardare en comprender lo que nos pasó
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