Flores del silencio

Una flor
sembrada el desierto del corazón de un ser cuya vida se encuentra perdida en la mar del pensamiento, aliada a las pocas sustancias de vidas restantes en la inmensidad de su nada,
belleza sumergida en la naturaleza de la invisibilidad, ausente e inexistente a quienes lo miran, abierto a los pobres llenos de espirutu

¿Cómo recorrer los caminos que dibujan las noches oscuras en su inocente ceguera?¿En que caminos hallaré sus direcciones? ¿Cómo descubrire las temerosas huellas de sus manos sobre la hiel de la soledad? Es verdad, lo que de noche sucede de noche termina, de lo que es testigo el vacío el claro del cielo desconoce, los susurros permanecen en él dando interminables vueltas por que las luces del sol nunca las descubre.

En la melancolia del silencio reside el absurdo sueño azul, el anhelo de la perfección, utopías vanas de corazones vacíos, conciencia que conoce su pobreza, conciencia que muere en los circulos en busca de respuestas válidas.

Mañana cuando claree el dia, me habré olvidado lo que es el hoy y su silencio, porque será de mañana y vivire el mañana, pensaré un poco en lo que fue hoy más la conciencia le restará importancia, es asi como involuntariamente fallece dentro mio, la flor del silencio de mis noches.


Siempre existe la posibilidad de que calle una voz, aquella que proclama su belleza en las nítidas noches de lunas frescas, aquella vos que se cansa de oírse a sí misma cantando la misma canción, aquella que no conoce mas que asi y el espacio reducido de su remoto derredor.

Siempre existe la posibilidad de que mi vos se haga dueño del vacio, tanto comno el vacio de mí, ahora, mañana, pasado, despues, nunca, la posiblidad existe tanto como deja de existir.

Y así lentamente, en el trancurso de la noche se me acaba el tiempo, muero en el silencio que me redime, y floto a sabiendas de que cuando se rompa todo será corriente, pero en cuánto se marche la luz del sol a su morada, aquí volveré a estar, en silencio, en soledad.